El estado actual y las perspectivas futuras de la energía nuclear basada en fusión
by citecu in BlogLa búsqueda mundial de fuentes de energía limpias y sostenibles ha puesto a la energía nuclear basada en fusión—el proceso que alimenta al sol—como una esperanza destacada. A diferencia de la fisión, la fusión promete un suministro de energía casi ilimitado con un impacto ambiental mínimo. Los recientes desarrollos han convertido la fusión de una posibilidad teórica a una perspectiva tangible, generando optimismo en la comunidad científica y el sector energético sobre su futuro.
En los últimos años, se han logrado avances significativos en la investigación de la fusión, impulsados por mejoras en la ciencia de materiales, la física del plasma y la ingeniería. Uno de los esfuerzos internacionales más ambiciosos es ITER, un proyecto colaborativo que busca demostrar la viabilidad de la fusión como una fuente de energía a gran escala y sin emisiones de carbono. A pesar de algunos retrasos y sobrecostos, ITER se dirige hacia lograr su primer plasma dentro de esta década.
Además, los reactores tokamak están mostrando avances prometedores al utilizar campos magnéticos poderosos para controlar el plasma sobrecalentado, donde ocurre la fusión nuclear. Proyectos como JET y EAST han logrado tiempos y temperaturas récord de confinamiento del plasma, acercándonos a las condiciones necesarias para una fusión nuclear sostenida.
El sector privado también ha incrementado su participación con empresas como Commonwealth Fusion Systems (CFS) y TAE Technologies, que están innovando con enfoques y diseños novedosos. El reactor SPARC de CFS busca lograr un beneficio neto energético para mediados de la década de 2020.
En la próxima década, podrían acontecer desarrollos transformadores para la energía de fusión, incluyendo la realización de experimentos de ganancia neta de energía, adelantos en materiales y sistemas de enfriamiento, el aumento del poder computacional y la colaboración público-privada, lo que podría llevar a las primeras contribuciones de fusión a la red eléctrica alrededor de 2030.
Aunque persisten desafíos tecnológicos y financieros para aprovechar la energía de fusión, los avances actuales sugieren que podría convertirse en un componente clave del suministro energético global, alineándose con los objetivos climáticos globales para mediados del siglo XXI.